¿Mi compañero de vida o mi delirio de viernes?
Si todo se apoya de lo puramente encanto superficial y el magnetismo repentino, la relación se transforma en algo pasajero. Extremadamente temporal. Parecido a esos microondas de hotel, que aunque calientan rápido, pero se dañan pronto. Empezar una relación exclusivamente en el físico, equivale a meter comida en el horno del motel, reacciona e